En la crónica negra desembocan todos los ríos de la pasión: el deseo, la avaricia, los celos, la ira, el odio, el amor, la codicia, la ambición... No hay historias solo de buenos y malos. Hay relatos llenos de matices, de medias verdades, de fortalezas y de debilidades, de inocencia y de crueldad. Los hemos reunido en un dossier. Negro, naturalmente.
Los cinco de Malladas (I): la matanza de San Buenaventura - Episodio 47
May 02, 2023
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Durante las fiestas de San Buenaventura, las calles del pueblo cacereño de Moraleja se llenaban todos los meses de julio de vecinos y trabajadores de todas las fincas esparcidas por el término municipal. El caserío de Malladas era una de esas propiedades. Albergaba a campesinos, mozos de cuadra, sirvientas y niños y prácticamente quedaba desierta durante aquellos esperados días de asueto estival. Se sucedían grandes comidas y festejos taurinos.
La fiesta mayor de Moraleja de 1915 fue la más amarga de su historia. El 15 de julio, un muchacho se adentró en la finca de Malladas y localizó asesinadas allí a hachazos a dos niñas, las madres de las menores, y a un varón. Las mujeres eran doncellas de aquella hacienda y el hombre, un mayordomo.
Muy pronto la Guardia Civil y la comisión judicial se centraron en cinco segadores, vecinos de Moraleja, a los que convirtieron en sospechosos a pesar de que estaban trabajando a 80 kilómetros de allí, en unos campos de la provincia de Salamanca. Los cinco de Malladas acabarían por entregarse y ser sometidos a un juicio plagado de irregularidades.
La fiesta mayor de Moraleja de 1915 fue la más amarga de su historia. El 15 de julio, un muchacho se adentró en la finca de Malladas y localizó asesinadas allí a hachazos a dos niñas, las madres de las menores, y a un varón. Las mujeres eran doncellas de aquella hacienda y el hombre, un mayordomo.
Muy pronto la Guardia Civil y la comisión judicial se centraron en cinco segadores, vecinos de Moraleja, a los que convirtieron en sospechosos a pesar de que estaban trabajando a 80 kilómetros de allí, en unos campos de la provincia de Salamanca. Los cinco de Malladas acabarían por entregarse y ser sometidos a un juicio plagado de irregularidades.