El escenario que dibujó la noche electoral del 3 de marzo de 1996 fue el de un panorama incierto. Lo único cierto era para que Aznar llegara a presidir el Gobierno, tenía que transigir con una larga e inédita lista de peticiones de los nacionalistas que hoy la derecha censura cuando las protagoniza la izquierda. Aznar pudo gobernar por primera vez gracias a los apoyos de CiU, PNV y Coalición Canaria. Junto a los testimonios de Iñaki Anasagasti (PNV) e Ignasi Guardans (CiU), o el de Alejo Vidal Quadras (PP Cataluña) -quien 'pagó' los platos rotos de ese acuerdo-, hemos recorrido los relatos del Aznar más pronacionalista, y de cómo viró su discurso cuando obtuvo mayoría absoluta. Cuando el expresidente ya no necesitaba echar mano de esos pactos para gobernar, desplegó su repertorio más vehemente contra los que, tan solo unos meses antes, habían sido sus socios en el Ejecutivo.