No ha sido fácil grabar la cabeza de Diogo Alves, pero hemos conseguido un documento estremecedor que mostraremos a nuestros espectadores. Alves fue el peor asesino en serie de la Península Ibérica. Nació en 1810 y aunque era español se estableció en Lisboa. Allí asesinó sin pudor alguno a 70 personas. Las esperaba agazapado en el Acueducto de Aguas Libres y –tras sustraerles sus pertenencias– las arrojaba al vacío simulando suicidios. Tras su muerte, un médico portugués ordenó cortarle la cabeza a fin de estudiar sus rasgos frenológicos” Pero Diogo Alves fue apresado y condenado a la horca. Tras su muerte, un médico portugués ordenó cortarle la cabeza a fin de estudiar sus rasgos frenológicos, una técnica en boga en el siglo XIX. Hoy se conserva en Lisboa, ciudad a la que se ha desplazado nuestro compañero Pablo Villarrubia para conocer su macabra historia y averiguar por qué tiene fama de maldita.