Era la madrugada del 15 de mayo de 1997. Tres campesinos se encontraban trabajando en un paraje que comunica a los municipios de Tunja y Cómbita, en el departamento de Boyacá en Colombia, cuando vieron unas luces que resaltaban en la oscuridad de la noche. 

Provenían de un automóvil color blanco, que se detuvo a un costado de la vía. Del mismo, se bajó un hombre que sacó un bulto de la cajuela y lo arrojó hacia los matorrales.

Los campesinos intentaron silbarle para llamar su atención, pero el hombre tiró rápidamente una pila de ropa encima y se volvió a subir al vehículo blanco, escapando a gran velocidad.

Cuando se acercaron al bulto, descubrieron que se trataba nada más ni nada menos que del cuerpo de una mujer.

#criminalistanocturno

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