La economía es casi tan antigua como el ser humano. Entre el nacimiento del trueque y la explosión del comercio online han pasado miles de años. Y por el camino se han producido infinidad de historias que queremos contar en elEconomista porque nos ayudan a comprender cómo hemos llegado hasta aquí.
Auge, caída y resurrección china de Kelme: la gran marca deportiva española
November 03, 2025
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🚵♂️En un terreno tan competitivo como el de las marcas de calzado y ropa deportiva, con auténticos gigantes internacionales capaz de dominar el sector, pocas marcas españolas han logrado hacerse un hueco. Y una de las pocas ha sido la alicantina Kelme, una compañía que llegó a ser muy relevante, incluso a nivel internacional, con presencia en los mayores eventos deportivos, que estuvo a las puertas de la quiebra y que después renació, reinventándose y encontrando en China a su mejor socio.
👟Y todo sin haber querido nada de eso en un primer momento. Hay que tener en cuenta que Kelme es una pequeña empresa que nace en 1960, en Elche, con el objetivo de fabricar y comercializar calzado. Como hacían cientos de empresas cada año en las comarcas alicantinas de Vinalopó, cuna nacional de la industria del calzado. Sus fundadores fueron Francisco y Vicente Cañizares Riquelme. Visionarios, consideraban que necesitaban una marca para sus zapatos, pues así sería más popular, se comercializaría mejor y podrían obtener mayores beneficios. Pensando nombres, se les ocurrió el Quelme de su apellido, pero con K, una letra con mucha más fuerza. Y así nacía Kelme.
👟Y todo sin haber querido nada de eso en un primer momento. Hay que tener en cuenta que Kelme es una pequeña empresa que nace en 1960, en Elche, con el objetivo de fabricar y comercializar calzado. Como hacían cientos de empresas cada año en las comarcas alicantinas de Vinalopó, cuna nacional de la industria del calzado. Sus fundadores fueron Francisco y Vicente Cañizares Riquelme. Visionarios, consideraban que necesitaban una marca para sus zapatos, pues así sería más popular, se comercializaría mejor y podrían obtener mayores beneficios. Pensando nombres, se les ocurrió el Quelme de su apellido, pero con K, una letra con mucha más fuerza. Y así nacía Kelme.