Este domingo se celebraron elecciones autonómicas en Extremadura. Eran unas elecciones muy esperadas ya que son las primeras desde las generales de julio de 2023. Desde entonces muchas cosas han sucedido en España. El Gobierno de Pedro Sánchez está con la popularidad bajo mínimos, asediado por casos de corrupción y con unas expectativas electorales muy negativas. Pero estas elecciones en principio nada tenían que ver con Pedro Sánchez. Las convocó la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, del Partido Popular, en octubre porque no podía aprobar los presupuestos del año próximo. Que se tratase de un asunto regional no ha sido obstáculo para que toda España haya leído la campaña y los resultados en clave nacional. Los cuatro principales candidatos reflejaban la polarización política que hay en el país. Por el PP se presentaba la actual presidenta, cuyo objetivo era alcanzar la mayoría absoluta, que en la Asamblea de Extremadura es de 33 escaños. Eso no lo ha conseguido. Frente a ella el PSOE, liderado esta vez por Miguel Ángel Gallardo, un candidato polémico e impuesto desde Moncloa. La polémica le viene por estar imputado por un juzgado de Badajoz que le acusa de prevaricación y tráfico de influencias en el caso David Sánchez. Pero estas elecciones no eran cosa de dos con comparsas minoritarios como sucedió hace dos años. VOX se concentró a fondo en la campaña tratando de mejorar sus resultados y, en el otro extremo del espectro, Podemos trataba de renacer de sus cenizas. Ambos han conseguido sus objetivos. VOX ha más que duplicado sus escaños y se ha llevado casi el 17% de los votos. Podemos, por su parte, ha recuperado más de cuatro puntos y se ha llevado 7 escaños, tres más que en 2023. Pero la noticia no ha sido tanto esa como el hundimiento del PSOE, que con Gallardo ha tocado suelo electoral absoluto en esta comunidad autónoma. Se ha quedado en sólo 18 escaños y el 25% de los votos, lo que supone 10 diputados menos que en 2023 y una caída de 14 puntos porcentuales. Son los peores resultados del PSOE en una autonomía que tradicionalmente ha sido un feudo de este partido. Con la izquierda reducida a tan sólo 25 escaños, el futuro de Extremadura pasa por el acuerdo al que lleguen PP y VOX. En ambos casos han mejorado sus resultados, pero VOX lo ha hecho en mayor medida. Entre los dos suman una mayoría muy absoluta de 40 escaños que permitirá gobernar a Guardiola, pero no sabemos a qué precio. Tampoco sabemos qué efectos tendrá esto en Madrid y, especialmente en el ánimo del presidente del Gobierno. No serán, eso sí, estas elecciones las únicas autonómicas que se celebren en este curso político. En un par de meses habrá elecciones en Aragón y en Castilla y León. En junio serán en Andalucía. En las tres regiones las cosas pintan muy mal para el partido del Gobierno. Quizá precisamente por eso redoble ahora sus esfuerzos por atornillarse al poder hasta las generales de 2027. En La ContraRéplica: 0:00 Introducción 3:32 Extremadura abre el ciclo 28:16 Europa y la estrategia estadounidense 35:49 China, Europa y el vehículo eléctrico 43:15 Las emisiones de los vehículos eléctricos · Canal de Telegram: https://t.me/lacontracronica Escucha el episodio completo en la app de iVoox, o descubre todo el catálogo de iVoox Originals