Más allá de toda especulación o tendencia en las artes visuales, la pintura artística, se diferencia de cualquier otro tipo de pintura, en que su práctica no corresponde necesariamente a una demanda, sino a la búsquela personal de un mensaje visual, que trascienda al material usado en sí, emergiendo detrás de las formas y los colores y sus tonalidades, un contenido que invite al espectador a explorar un camino que se recorre a través de las manos del mismo pintor. Siempre basándose en las técnicas elementales de la pintura como lo es la composición, el equilibrio, ritmo, forma, color y valor. La pintura es la expresión de ideas, pensamientos y sentimientos en el papel, madera, paredes etc. Para esto el pintor necesita una habilidad para pintar y además una situación en que se base, es decir, un conflicto, problema, o situación en la que este se encuentre. Estas técnicas basadas en naturalezas matemáticas han sido perfeccionadas a lo largo de la historia por todas las grandes civilizaciones conocidas, y sus profundos conocimientos han sido siempre aplicados a consciencia por la mayoría de los grandes pintores que han trascendido en sus obras.

El Faro de Alejandría. Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo

November 12, 2020 01:00:03 28.82 MB Downloads: 0
Ciclo Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. En esta segunda conferencia del ciclo, el Prof. Dr. Ángel Aleixandre Blasco, nos describirá el faro de Alejandría y el recurso a las fuentes para la reconstrucción y contextualización histórica de una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Acercarnos al Faro de Alejandría supone un reto a la hora de recurrir a las más diversas fuentes de cara a poder reconstruir su forma y funcionamiento, pero aún más es asomarnos a la historia del Mediterráneo a la altura del siglo III a. C., un mundo antiguo que ensayó fórmulas cercanas a nuestro concepto de globalización, en el que los Estados, entonces encarnados en dinastías reales de carácter teocrático, encontraron en el arte y el conocimiento los pilares sobre los que asentar su representación pública ante sus contemporáneos y ante la posteridad, testigo de lo cual somos nosotros que, pasados más de dos milenios, seguimos entendiendo aquellos magnos programas arquitectónicos, tan maltrados por el devenir, como "dignos de ser visitados", aunque ahora necesitemos de las ciencias auxiliares de la Historia (arqueología, filología, numismática, papirolología, etc.) para evocar su colosal belleza y su preciso sentido funcional.