Más allá de toda especulación o tendencia en las artes visuales, la pintura artística, se diferencia de cualquier otro tipo de pintura, en que su práctica no corresponde necesariamente a una demanda, sino a la búsquela personal de un mensaje visual, que trascienda al material usado en sí, emergiendo detrás de las formas y los colores y sus tonalidades, un contenido que invite al espectador a explorar un camino que se recorre a través de las manos del mismo pintor. Siempre basándose en las técnicas elementales de la pintura como lo es la composición, el equilibrio, ritmo, forma, color y valor. La pintura es la expresión de ideas, pensamientos y sentimientos en el papel, madera, paredes etc. Para esto el pintor necesita una habilidad para pintar y además una situación en que se base, es decir, un conflicto, problema, o situación en la que este se encuentre. Estas técnicas basadas en naturalezas matemáticas han sido perfeccionadas a lo largo de la historia por todas las grandes civilizaciones conocidas, y sus profundos conocimientos han sido siempre aplicados a consciencia por la mayoría de los grandes pintores que han trascendido en sus obras.

Joaquín Sorolla y la Medicina. Aspectos desconocidos del pintor

October 18, 2021 01:09:20 33.28 MB Downloads: 0
Primera de las dos ponencias que ofrecerá el historiador del arte y museógrafo español, D. Felipe Garín Lombart, en el Ateneo Mercantil. En esta primera ponencia, el Catedrático de Historia del Arte de la UPV, el ex director gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana y ex director del Museo del Prado (1991-1993), nos acercó la magnífica visión que tuvo el célebre pintor valenciano sobre los conocimientos en Medicina. En la obra de Joaquín Sorolla hay un número notable de piezas maestras dedicadas a la enfermedad y sus paliativos, junto a algo más de una docena de retratos de profesionales de la medicina. Este interés no se explica sólo como algo propio de una época en la que todavía no se contaba con los beneficios de los derivados de la penicilina y otros antibióticos. Hay que tener en cuenta las enfermedades que aquejaron a los miembros de la familia Sorolla, especialmente a la hija mayor, María, que sufrió de tuberculosis, por lo que estuvo rodeada frecuentemente de profesionales de la medicina.