Siempre al volante. Siempre intentando disfrutar de cada coche que he probado. Llevo muchos años trabajando en la prensa del motor y sigo disfrutando como el primer día, sin perder la ilusión. Escucha mi podcast y lo verás... o lo oirás.

Sucesores del Citroën DS: CX, XM o C6

October 24, 2024 25:37 24.59 MB Downloads: 0
Citroën fue un referente entre berlinas de cierto lujo y empaque, lo que ahora llamamos con el anglicismo “Premium”. No, no nos olvidamos del Traction Avant, pero fue realmente el Citroën DS el que consiguió que la marca triunfase en este segmento. El éxito fue tal que convirtió el DS en un mito desde el instante de su presentación… y todos sabemos lo difícil que es suceder a un mito. Cuando conduces un DS, sobre todo si tienes experiencia con clásicos de esos años, a-lu-ci-nas… te preguntas, ¿y este coche tiene casi 70 años? Con el CX vamos más allá: Va mejor que algunas berlinas actuales en cuanto a calidad de rodadura… sin duda no en cuanto a seguridad pasiva y emisiones, pero por confort, prestaciones e incluso seguridad activa, sigue siendo plenamente actual. Y sucede algo parecido, pero en mayor medida, con los XM y C6, coches que casi os digo que son comparables con coches actuales… tendrán cosas peores, pero en otras, como en confort o personalidad, les superan. Os decía que el DS se convirtió en un mito casi desde el mismo instante de su presentación… y no os miento. Se presentación al gran público tuvo lugar el 5 de octubre de 1955… hace 69 años y cuatro días en el momento de grabar este video. Y en 15 minutos se recibieron 743 pedidos en firme. ¿Impresionante? Pues eso no es nada, en el primer día del Salón 12.000 personas pidieron un Citroën DS, 19 aún sin haberlo probado. Los periodistas estaban también entusiasmados, aunque mucho dijeron que ese modelo merecía más motor… algo que, realmente, nunca tuvo, pues siempre equipo un 4 cilindros, evidentemente en esos años, con 8 válvulas y sin turbo. E Uno de esos enamorados del DS fue el mismísimo General Charles de Gaulle, presidente de la Republica. Lo uso porque le encantaba, pero luego un 22 de agosto de 1962, el DS le salvo la vida. Ese día la organización terrorista denominada OAS, que pretendía la independencia de Argelia, disparó nada menos que 140 balas sobre el coche del presidente… El blindaje detuvo esas balas, pero el coche, gracias a su particular suspensión, pudo huir a más de 100 km/h con las 4 ruedas pinchadas esta dejar a sus ocupantes, De Gaulle, su esposa y el chófer, en un lugar seguro, sanos y salvos. Este no es el origen del mito del DS, pero sin duda, los reforzó. El DS nació con un motor de 1.9 litros y unos 84 CV y “murió” con un motor de 2,2 litros y 125 CV, el del DS23 con inyección directa, coche que pude probar no por ser periodista, sino porque un amigo coleccionista me lo dejo toda una semana… ¡que gozada! La calidad de rodadura, el confort, silencio y comportamiento en curva eran y son espectaculares. Por algo de este modelo se llegaron a vender más de un millón y medio de unidades. Pero al comienzo de los años 70, más por el desgaste de tantos años en el mercado que por el empuje de su competencia, el DS necesitaba un sucesor… y un sucesor digno de un mito. Y ese sucesor llegó el 26 de agosto de 1974 y se llamó la “nouvelle DS”, sino CX en referencia a su depurada aerodinámica con un coeficiente de 0,35 excelente en su tiempo. Fue digno heredero del DS… a pesar de mantener uno de sus problemas. ¿Cuál era ese problema? Pues que un coche con semejante bastidor, tan bonito y bien hecho, merecía motores más potentes y refinados. Tampoco llegó a tener un V6, que se lo merecía incluso más que el DS y tenía más espacio en el vano motor, pero al menos tuvo versiones turbo que en el caso del motor de gasolina, de 2.4 litros, alcanzaba 168 CV… Bueno, no está mal, pero hubiese estado mejor un V6 de 3 litros de 200 y 250 CV. Citroën con el DS lanzó un coche muy moderno, adelantado a su tiempo, pero casi “sin quererlo”, pero en el caso del CX no se adelantó tanto a su tiempo, pero en cambio sí quería parecerlo. Esto se notaba en su afinada aerodinámica, su curiosa luneta trasera cóncava, su directísima dirección de apenas 2,5 vueltas de tope a tope o su original instrumentación… todo muy moderno, en algunos casos más efectista que efectivo, pero que colaboraba a la identidad de este modelo. Ya siendo profesional del periodismo he tenido oportunidad de probar muchas variantes del CX y de todas guardo muy buen recuerdo. Pero sobre todo de 2, del familiar con motor turbodiésel de 120 CV y del GTi Turbo, con motor de 2,5 litros, inyección Bosch L-Jetronic, turbocompresor Garret T3 y 168 CV a solo 5.000 rpm. Es posible, o quizás sea cosa mía, que el CX en proporción envejeció más que el DS. O quizás es que la competencia se había espabilado, pero los paragolpes y que los cristales no fuesen enrasados con la carrocería daban al CX un aspecto algo menos moderno de lo que su línea daba a entender. Además las cosas, empresarialmente, habían cambiado mucho, en algunos aspecto para bien y en otros para mal. Para bien, porque en los 70, Citroën estuvo a punto de desaparecer. Para bien, porque la compra de Peugeot, permitió seguir a la marca adelante… aunque con el paso del tiempo perdiese cierta autonomía. El BX fue un balón de oxígeno para la marca que ya se planteó el relevo al CX. Hubo dos propuestas, una del departamento de diseño de PSA, muy influenciado por Peugeot, o lo que es lo mismo, muy conservador, y la propuesta de Bertone, que había presentado Marc Deschamps, a la ordenes de Gandini. Por suerte para Citroën, para los aficionados y para la historia, venció la propuesta de Bertone… ¡¡¡Bien!!! Y es que el XM no es un coche bonito… ¡es un coche precioso! Era un coche muy moderno, no solo por sus soluciones mecánicas, sino incluso por sus procesos de fabricación que incluían el galvanizado total de la carrocería. Contaba con suspensión hidroneumática de gestión electrónica, la llamada Hidractiva y, ¡por fin! con un motor V6 que en su versión gasolina de 3 litros y 24 válvulas ofrecía 200 CV… ¡ya era hora! Llegó el V6, aunque como decíamos al principio, no era un “buen” V6, era el famoso PRV a 90 grados… contamos la historia en el vídeo titulado “Historias que las marcas esconden”. De este modelo se vendieron cerca de 350.000 unidades. C6: ¿Y si hubiese sido alemán? En este coche voy a comenzar al revés, por su producción. Fijaos: El DS se fabricó durante 20 años y se vendieron más de un millón y medio de unidades. El CX se fabricó durante 17 años y se vendieron un millón de unidades. El XM tuvo una vida activa de 11 años y se vendieron unas 350.000 unidades. Y del C6, fabricado entre 2005 y 2012, o sea, 7 años, se vendieron solo… (silencio “trágico”) … 23.284 ejemplares… Y era un coche extraordinario, con la suspensión Hidractiva III, con motores V6 gasolina y Diésel de hasta 241 CV, con una calidad extraordinaria y una línea. Inspirada en el CX más que en el DS, espectacular… Pero en esos tiempos, el comprador que quería un coche Premium lo quería de una marca Premium, especialmente alemana… si el C6 lo hubiese construido BMW… ¡lo hubiesen despachado!