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Estrategias para Vencer los Antojos
December 25, 2021
11:10
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La RAE define un antojo como «un deseo apremiante y pasajero, habitualmente caprichoso».
Aplicado a la alimentación, nos referimos a un deseo intenso por un alimento concreto.
Como sabemos, el objeto de ese deseo intenso no suele ser el brócoli o el berro, sino mezclas procesadas de almidón, grasa y azúcar (detalle).
La neurociencia confirma que estas mezclas producen una activación especialmente marcada de nuestro sistema de recompensa (estudio).
En este artículo veremos estrategias para controlar estos deseos y evitar que frenen nuestro progreso.
Cuándo ceder y cuándo resistir
¿Debemos comer el donuts? ¿Es malo satisfacer ese antojo?
La respuesta, como casi siempre, es que depende.
Cuándo ceder
“La única manera de librarse de la tentación es ceder ante ella” - Oscar Wilde
Si hablamos de un antojo infrecuente, digamos una vez a la semana, y al satisfacerlo en moderación se calma, date el capricho.
De hecho, las personas que intentan imponer un control rígido sobre su alimentación suelen fracasar a largo plazo (detalle).
Estas personas clasifican los alimentos en términos de blanco y negro, permitido o prohibido, y se sienten mal cuando se salen de su asfixiante plan.
Esta visión es un error.
Deseamos más lo que no podemos tener, es el llamado efecto de fruta prohibida (detalle). Prohibirnos determinados alimentos puede aumentar nuestro deseo por ellos y elevar el riesgo de atracón (estudio).
Según una encuesta que hice en twitter, el alimento que más antojos parece causar es el chocolate. Si es tu caso, ¿deberías prohibírtelo? Probablemente no. Por ejemplo, los que se prohibieron el chocolate en este estudio tuvieron deseos más intensos por él.
Cuándo resistir
“La libertad no se logra satisfaciendo deseos, sino eliminándolos” – Séneca
Sin embargo, si los antojos que sientes por determinado alimento son constantes y difíciles de controlar, caer en la tentación no es la solución.
Si es tu caso, debes resistir.
Lo que repites se refuerza, y si cada vez que sientes un antojo cedes ante él, siempre te dominará.
Poco después de satisfacer el placer volverá a aparecer, y en muchos casos más fuerte (detalle).
Los antojos son una respuesta condicionada, no una necesidad fisiológica (detalle, detalle). Por este motivo, eliminar durante un tiempo eso que tanto te tienta reducirá tu atracción (metaanálisis, revisión, revisión).
En los seis meses de este estudio, las personas que más resistieron sus antojos perdieron más peso.
Esta recomendación parecería contradecir la anterior. ¿Resistir el antojo no generaría el problemático efecto de fruta prohibida y posible atracón?
Todo depende de la mentalidad que apliques.
Pasar de "Me prohíbo comer" a "Elijo no comer"
En vez de pensar que te prohíbes un alimento piensa que elijes no comerlo, al menos durante un tiempo.
La diferencia es sutil, pero importante.
"Nunca más podré comer un croissant" es un pensamiento rígido que puede disparar el efecto fruta prohibida y aumentar tu deseo de comerlo.
Podemos reemplazar este pensamiento por el siguiente: «Podría comer un croissant pero es un alimento con baja densidad nutricional que no me ayuda en mis objetivos. Prefiero eliminarlo o limitarlo a momentos especiales».
Es decir, no está prohibida su ingesta, simplemente no merece la pena. Lo primero es una restricción, lo segundo es una elección.
Ideas para controlar los antojos
Tanto si tu caso es el primero como el segundo, debes desarrollar herramientas que te ayuden a lidiar con los antojos.
Como explico en Invicto, nuestros pensamientos, emociones y comportamientos se influencian unos a otros. Modificando nuestros pensamientos y acciones podemos regular nuestras emociones, y es lo que veremos a continuación.
Herramientas cognitivas (cambiar pensamientos)
Cambiar la forma en la que pensamos cuando surge un antojo modifica la forma en la que nos sentimos en relación a ese antojo.