Cotilleos históricos, dramas barrocos, vidas olvidadas. Monjas, demonios, embustes, alquimia, recetarios, oro. Dos amigas siamesas recuperando para ti el bling bling de los siglos XVI y XVII y conectándotelo con este presente ajetreado. Un podcast de Carmen Urbita y Ana Garriga. Producido por Podium Podcast.
Hiperglucemia barroca
En el año 1700, en un tratadito titulado Talentos logrados, en el buen uso de los cinco sentidos, el jesuita Diego Calleja no podía sino escandalizarse ante la mera existencia del azúcar. No se contentó el apetito de la barata dulzura en la miel, pareciéndole que era cosa muy fácil —chillaba el jesuita—, y trazó los Ingenios de azúcar, donde el precio de los materiales, la muchedumbre de los artificios y solicitud de cuidados es indecible. Abandonando por un día, y sin que sirva de precedente, el comedimiento de nuestro sobrio cuadradito de chocolate, hoy nos adentramos, arropadas por Diego Callejo y un ejército de moralistas y coadjutores jesuitas, en nuestro episodio más hiperglucémico hasta la fecha: encarnizados pleitos sobre bizcochos de soletilla en Barcelona, trampantojos esculpidos en alcorza en el Reino de Chile, relatos de explotación azucarera en Barbados. Del fervor repostero de las clarisas chilenas a Rosalía y el pastelero Cédric Grolet pasando por los pleitos gremiales más golosos del siglo XVII, os demostramos que el azúcar es y siempre será una irresistible ilusión multisensorial, el disfraz goloso de complejísimos flujos de producción, explotación, manufactura y consumo. Si queréis saber cuántas onzas de harina hacían falta en el siglo XVII para hornear unos bizcochos de sepulcro, dadle corriendo a play.