kaizen está hecho para curiosos compulsivos, un podcast sobre aprendizaje continuo en el que te acerco a ideas, técnicas y personas fascinantes que nos permiten entender el mundo cada día un poco mejor.
#100 En busca de la felicidad (I): Gardel, una rueda de hamsters y la tozuda realidad
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/100-en-busca-de-la-felicidad-i-gardel-una-rueda-de-hamsters-y-la-tozuda-realidad/)
Tengo una pregunta bastante personal para ti. Pero no te preocupes, porque obviamente no voy a poder oír lo que respondes. Así que hazlo con sinceridad: de 0 a 10, ¿cómo de feliz dirías que eres?
¿Lo tienes? Pues empecemos…
En ocasiones, me parece que vivimos en un mundo dominado por esos escaparates en los que hemos convertido a las redes sociales, donde siempre, o casi siempre, mostramos nuestra mejor cara, los planes más divertidos o las comidas más apetecibles. Muchas veces, incluso, tengo la sensación de que cuando nos permitimos ser vulnerables y contar en esas mismas redes sociales que las cosas no van bien en algún aspecto de nuestra vida, no dejamos de hacer un poco lo mismo: de alguna manera, reclamamos una dosis rápida de dopamina, en forma de likes, retweets o comentarios. Algo que nos haga sentir bien, aunque sólo sea por un instante.
Así que en este mundo tan aparentemente feliz, supongo que tengo una pequeña confesión que hacer: a mí me cuesta ser feliz. No me malinterpretes, no te preocupes: no estoy triste, ni mucho menos deprimido, nada por el estilo. Eso son palabras mayores que, sin duda, hay que tratar con especialistas cuando se sufren. No es eso. Cuando empecé a escribir este capítulo, hace unos meses, ponía que si yo tuviera que responder a la pregunta que te hacía al principio del todo, seguramente la mayor parte de las veces mi nota sería alrededor del 6. En este momento está más cerca del 7, la verdad. Será que ya veo asomarse por el calendario las vacaciones.
En cualquier caso, no es que esté mal, ya quisiera yo haber sacado un 6 a la primera en más de una asignatura de la carrer y no tener que presentarme unas cuantas veces más hasta aprobar. Pero cuando sólo tenemos una vida y hemos crecido educados en que lo más importante en esta vida es ser felices, pues un 6... como que sabe a poco, ¿no?
Y no sólo sabe a poco, sino que es frustrante a veces. No sé si tú te has planteado esto, pero si miro objetivamente mi vida, tendría que tener mucho más que un 6. Para empezar, por nacer en un país desarrollado y en paz, por no tener que temer por mi subsistencia, por tener un techo bajo el que vivir. Por estar sano y que mi familia esté razonablemente sana. Por tener un trabajo estupendo y una novia que me aguanta. ¡Si hasta tengo un podcast en el que contar estas chaladuras mías! ¡Debería ser no un 6, sino un 12!
Y sin embargo, casi todo el tiempo se siente como un 6.
El caso es que esto no me pasa sólo a mí. La inmensa mayoría de nosotros, independientemente de nuestras circunstancias, nos sentimos así. La estadística dice que habitualmente respondemos alrededor del 6. Por eso, desde la primera temporada de kaizen, éste, el de la felicidad, ha sido un tema que siempre he querido tratar. Y hoy, por fin, 100 capítulos después, ha llegado el momento.
¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/