kaizen está hecho para curiosos compulsivos, un podcast sobre aprendizaje continuo en el que te acerco a ideas, técnicas y personas fascinantes que nos permiten entender el mundo cada día un poco mejor.
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Únete al club: https://splendid.clubXavi Robles y Pedro Ample, dos emprendedores creativos, charlan sobre el paso del tiempo y de la pereza que da reinventarse. Cada semana reflexionamos sobre los temas que se cruzan en nuestro día a día y entrevistamos a profesionales que nos dan consejos y claves para surfear los momentos de crisis.Apúntate a Splendid y consigue acceso a comunidades exclusivas, episodios sin anuncios y contenido extra de todos nuestros podcasts: https://splendid.club Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Ты – это важно
Подкаст «Ты — это важно» поможет вам взращивать самые важные чувства внутри: чувство любви к себе, здоровой ответственности и бережного отношения.А также разобраться в психологических процессах, чтобы плыть по жизни легко, ловя попутный ветер.
Ведь каждый из вас — самый важный человек в своей жизни.
А с гостями подкаста мы будем показывать их пути в психотерапии, для того, чтобы снять стигму с этого вопроса и сделать заботу о ментальном здоровье нормой.
Ведущая — Мицкевич Елена, практикующий психолог и автор блога @elens_wayПо вопросам рекламы и сотрудничества:
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Cuida Tu Mente
Los expertos del Tec de Monterrey brindan herramientas y consejos para potenciar una vida positiva; con conciencia en el manejo y configuración de las emociones que nos permita conectar con las personas cercanas y con la comunidad. Un programa con ejercicios y rutinas para ayudarnos a cultivar una vida plena. Un podcast de Tec Sounds.
#121 Historias kaizen: La increíble vida de Hedy Lamarr
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/121-historias-kaizen-la-increible-vida-de-hedy-lamarr/)Cuando era un renacuajo iba de vez en cuando a casa de mis abuelos paternos y mi abuelo me ponía alguna de las películas que tenían por casa. Así descubrí, por ejemplo, a los Hermanos Marx. No veas la turra que di con aquello de «Más madera, es la guerra» y «La parte contratante de la primera parte será la parte contratante de la segunda parte». En fin, que me disperso. Una de esas antiguas películas que me ponía mi abuelo era Sansón y Dalila, una peli de 1949 dirigida por Cecil B. Demille. Yo debía tener 5 o 6 años, así que no me acuerdo muy bien de ella. Creo recordar que el tal Sansón peleaba con unos leones y sujetaba unas columnas con todas sus fuerzas en un momento dado y poco más. Bueno, sí, lo de que si le cortaban el pelo se quedaba sin fuerzas. El caso es que años después me interesé, sin saberlo, por una actriz que salía en aquella película y que escondía tras de sí una de las vidas más fascinantes que he conocido nunca y que te quiero contar hoy. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#120 Diseño Vital (V): de inmigrante pobre a gurú de Silicon Valley (parte 2)
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/120-diseno-vital-v-de-inmigrante-pobre-a-guru-de-silicon-valley-parte-2/)Hace la friolera de 40 capítulos, ni más ni menos, te hablé de un tipo que es venerado en Silicon Valley como una especie de gurú filosófico moderno. Alguien que encarna ese sueño americano, que cada vez parece menos posible; ése de quien llega de otro lugar del mundo sin nada de dinero y acaba encaramado a la cima del éxito. En su caso, como él mismo dice, la historia de alguien que "nació pobre y miserable y ahora tiene mucho dinero y es muy feliz”. Su nombre es Naval Ravikant.Te decía en aquel capítulo 80 de kaizen que Naval es un personaje que me inquieta. Porque es sin lugar a dudas un tipo enormemente inteligente y con una vida apasionante. Muchas veces, eso sí, no puedo evitar tener la sensación de que lo que dice suele ser interesante, pero que lo parece más por la rotundidad absoluta con la que se expresa. Y es seguro un sesgo mío, pero me cuesta no desconfiar de quienes nunca dejan espacio a estar equivocados al hablar. Quizás por eso, porque Naval es mucho Naval, he tardado en dedicarle un segundo capítulo en esta serie tan poco definida en mi cabeza que es eso del “diseño vital”. Que vienen a ser ideas, tomadas de otras personas, que me parece que pueden servir de inspiración sobre cómo afrontar distintos aspectos de nuestra vida. El primero tuvo que ver con sus lecciones sobre cómo hacerte rico sin depender de la suerte. Pero hoy vamos a hablar de otro tema del que él mismo habla con frecuencia: cómo construir nuestro juicio. Que es una traducción muy poco inspiradora en castellano. Una forma mucho más marketiniana de vendértelo sería algo así como: Cómo hacerte más inteligente. Aunque los tiros no van por el cociente intelectual, ni por capacidades innatas, sino por cómo aumentar nuestra capacidad para entender lo que nos rodea; para darle sentido al mundo, en el fondo. Es un buen objetivo, ¿no? ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#119 En busca del fuego infinito
(NOTAS COMPLETAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/119-en-busca-del-fuego-infinito/)En 1865, el economista británico William Stanley Jevons dio la voz de alarma. Según él, el final del siglo XIX sería poco menos que apocalíptico. Por aquel entonces, Reino Unido era la mayor potencia mundial y buena parte de su economía se asentaba sobre un recurso que algún día se acabaría: el carbón. De hecho, según sus cálculos, se iba a terminar antes de que finalizara el siglo XIX.Los periódicos de su época se hicieron eco de aquellos terribles presagios y se lanzaron a analizar en profundidad el peligro que acechaba a su nación. Sin carbón, el imperio británico estaba condenado a desaparecer. Toda la prosperidad que la incipiente revolución industrial había traído amenazaba con desaparecer de un plumazo, dejando tras de sí miseria y frustración. Aquellos años de viajes en ferrocarril y calefacción de carbón parecían tocar a su fin. Es más, se debatía sobre las fechas, pero no sobre el hecho. Unos situaban el fin del carbón en un par de décadas, otros algo más tarde, pero el desenlace parecía inevitable. Tanto que la alarma llegó al gobierno, al que la sociedad reclamaba medidas para atenuar el problema del “Peak Coal”, el pico de carbón, como empezó a conocerse el problema. Al frente de aquel gobierno estaba William Gladstone, de quien te hablé hace tiempo por un tema completamente diferente, en el capítulo 78, que dedicamos a cómo el lenguaje afecta a nuestra percepción de la realidad. De manera inmediata, se creó una comisión que monitorizaría las reservas de carbón del país y que sería la encargada de racionar su uso hasta el momento final.Como ahora sabemos, sus presagios no se cumplieron. La producción de carbón siguió aumentando y haciéndose cada vez más barato y no alcanzó su pico hasta la segunda década del siglo XX. De hecho, a día de hoy, aún hay carbón. No porque sea inagotable, sino porque las alarmas de aquella época ignoraron algo fundamental: la capacidad inventiva del ser humano. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#118 Modelos Mentales 15: Chikilicuatre, humor inglés y otras cosas que salen mal
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/118-modelos-mentales-15-chikilicuatre-humor-ingles-y-otras-cosas-que-salen-mal/)“Uno: el brikindansDos: el crusaítoTres: el maiquelyasonCuatro: el robocop”Hace algo más de una década, estos profundos versos entraron en la historia de la lírica contemporánea. Y es que hubo un momento en que España decidió enviar a un tipo con una guitarra de juguete, un tupé falso y una bailarinas desincronizadas a representar a nuestro país en Eurovisión, bajo el nombre de Rodolfo Chikilicuatre. Contra todo pronóstico no quedamos últimos, fuimos décimosextos de veinticinco. Algo inesperadamente digno para el atentado que habíamos perpetrado. En los últimos días, en España, hemos tenido una nueva polémica a cuenta del dichoso concursito porque este año no se ha respetado el voto popular. Claro, que la fechoría aquella del Chikilicuatre sucedió porque alguien tuvo la brillante idea de hacer un concurso público con el que elegir a nuestro representante en Eurovisión y dejar que la gente votara. Lo que viene siendo un blanco perfecto para el trolleo. Pero no hemos sido los únicos, esto de invitar a todo el mundo a votar y que te salga el tiro por la culata es bastante habitual. Y no hablo de resultados electorales, aunque podría y mucho, sino de casos como el del gobierno británico, que en 2016 abrió la votación para elegir cómo llamar a uno de sus barcos de exploración polar y acabó teniendo que cambiarle el nombre después de que, con más de 120.000 votos, ganara lo que traducido sería como «Barquito Carabarco», o algo así. El humor británico ha vivido mejores días, también te digo. Una marca de refrescos americana corrió una suerte similar cuando pidió ayuda para elegir el nombre de su nueva bebida y entre los primeros puestos se colaron cosas como «Diabetes» o «Hitler no hizo nada malo». Ya hemos hablado antes de las consecuencias no pretendidas de nuestros actos al hablar de modelos mentales, pero hoy vamos a profundizar aún más y vamos a ver modelos mentales relacionados con que las cosas no salgan como esperábamos. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#117 Pablo Malo: Una epidemia de moralidad
(NOTAS Y ENLACES COMPLETOS AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/117-pablo-malo-una-epidemia-de-moralidad/)El capítulo de hoy es casi una continuación del de la semana pasada, aunque con mejor voz, espero. Que, por cierto, ha recibido muchos más comentarios positivos (el capítulo, no mi voz) de los que esperaba, lo cual me tomo como una peligrosa invitación a dedicar alguno de vez en cuando a temas de opinión. Intentaré usarla con prudencia. El caso es que, leyendo esas reacciones, parece que la reflexión que hice sobre cómo acallamos las posturas de otros usando el marco de lo que es moral resuena con mucha gente. Es realmente paradójico esto de la espirales del silencio y que haya una serie de opiniones que nos parecen predominantes, que en realidad no representan a las de la mayoría. Porque hay algo que no mencioné el otro día que creo que es importante. Pienso que esto en el fondo no va de que una única opinión minoritaria acalle a otra mayoritaria. Sino de que hay versiones simplificadas de la realidad que son más fáciles de explicar, de difundir y de creer que se imponen porque el resto son más complejas o matizadas. Es mucho más sencillo decir: “no a la guerra”, por poner un ejemplo cualquiera con el que la mayoría podemos estar de acuerdo e incluso muchos nos hemos manifestado, que analizar, entender y explicar en qué casos una guerra puede estar justificada o ser necesaria y en cuáles no. La verdad suele ser más compleja de lo que nos gusta pensar.Y creo que la entrevista de hoy es una buena forma de seguir profundizando en esa complejidad. Me acompaña Pablo Malo, del que te he hablado en varias ocasiones a raíz de su libro “Los Peligros de la Moralidad”, que fue una de las lecturas más interesantes que tuve a finales del año pasado. Pablo es un psiquiatra con décadas de experiencia que en un momento dado, con sus vivencias en el País Vasco y con el conflicto de ETA, empezó a preguntarse cosas similares a las que me llevaron a mí al capítulo anterior. Y en nuestra charla recorremos juntos el camino que nos lleva desde la necesidad que tenemos los seres humanos de establecer códigos morales y cómo la evolución ha podido influir en nuestra forma de pensar en la moral hasta la epidemia de moralidad que él cree que estamos viviendo hoy en día. Pero lo mejor es que le escuches a él, así que no me voy a enrollar mucho más y de verdad espero que disfrutes tanto como yo lo hice con esta conversación con Pablo Malo. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#116 La espiral del silencio
(NOTAS COMPLETAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/116-la-espiral-del-silencio/)Como te decía en el capítulo anterior, mis pasadas navidades fueron bastante aburridas, aunque productivas. Una mañana, mientras paseaba de una punta a otra de Madrid para hacer unos recados, escuché tres capítulos de un podcast del que ya te he hablado otras veces: Revisionist History, de Malcolm Gladwell. Gladwell es un fantástico contador de historias, así que normalmente da igual el tema que elija, que es como mínimo entretenido escucharlo. En esta ocasión, aquellos tres capítulos estaban dedicados a todo lo que está mal en La Sirenita, la peli de Disney. A lo incorrecto de los valores que transmite, a cómo Disney ha contaminado con estereotipos de clase y de raza y de género la mentalidad de millones de niñas y de niños. Y, ya puestos, a cuál habría sido un final más apropiado para esa historia. Y para escribirlo le piden ayuda a una guionista de Netflix y lo acaban representando Jodie Foster y Glenn Close. Casi nada.En ese nuevo final que le dan, cuando la malvada Úrsula, la bruja que le roba la voz a Ariel está a punto de robarle también el príncipe al que ama, la sirenita simplemente se compadece de Úrsula y la abraza con todas sus fuerzas, porque entiende que si es mala es porque ha sufrido. Y con su perdón y su amor de pronto ve cómo era Úrsula a su edad, cómo podrían haber sido amigas o incluso amantes. Ante tanta compasión Úrsula se transforma, abandona su maldad. Y todos se dan cuenta de que, en el fondo, el auténtico malo de esta historia no era otro que el rey Tritón, el padre de Ariel. Un rey alejado del pueblo, clasista y machista, que nunca escuchó a su hija. Y en cuanto a Eric, el príncipe bobalicón del que en la versión de Disney se enamora la sirenita, aquí es un pavisoso que acaba saliendo del armario y casándose con el veterinario del pueblo. Y todo el reino se hace vegetariano para cuidar el medioambiente.Y… y yo no sé ni cómo procesar esto. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#115 Gödel, Escher, Bach
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/sin-categoria/115-godel-escher-bach/)No sabes las ganas que tenía de volver por aquí. Como las de tanta otra gente, mis navidades han sido extrañas y, sinceramente, aburridas. A ratos, se me han hecho bastante duras. Y eso que todo iba bastante bien, a pesar del dichoso Ómicron, hasta el 24 de diciembre. Ese día me vi obligado a comenzar una carrera contra el reloj para escribir este capítulo. La culpa es de cierto individuo, que tiene cierta newsletter y con el que comparto cierto otro podcast llamado Nada Que Ganar: Samuel Gil.Déjame que te ponga en contexto. Hace bastante tiempo, alrededor de un año, empecé a leer un libro del que supe a través de Jaime Altozano. Sí, el youtuber que habla de música. Él lo recomendó en un capítulo en el que hablaba de su experiencia con el sistema educativo, si mal no recuerdo. Total, que pedí el libro sin plantearme mucho sobre qué iba. Su título tampoco daba demasiadas pistas, sólo contenía 3 nombres: Gödel, Escher, Bach. Su autor era un tal Douglas Hofstadter, completamente desconocido para mí por aquel entonces.Aquel libro se publicó hace más de cuarenta años, le valió a Hofstadter todo un premio Pulitzer y se convirtió en una obra de culto. En él se mezclaban historias y diálogos sobre lógica, puzzles matemáticos, improvisaciones musicales y técnicas de computación a partir de las ideas de los tres genios que le daban nombre. Inocente de mí, no sabía dónde me estaba metiendo. A los pocos días me llegó a casa un tocho de más de 700 páginas. Pero decidí darle una oportunidad y lo que me encontré fue una experiencia apasionante, aunque enormemente retadora. Este libro es a leer lo mismo que correr un Ironman es a correr la San Silvestre. Misma dinámica, niveles de sufrimiento diferentes.A la vista del reto, decidí tomármelo con calma. Ir leyendo muy de vez en cuando e intercalando otros libros, para no volverme demasiado loco. Entre otras cosas porque tenía muchas otras lecturas pendientes que eran necesarias para ir sacando capítulos del podcast, que no podía parar de golpe. En resumen, que me lo iba a ir leyendo cuando pudiera y el día que estuviera preparado, le dedicaría su propio capítulo.Y en esas estaba, más o menos a la mitad del libro y sin ninguna prisa, cuando el majete de Samuel publicó en twitter, el 24 de diciembre, que se iba a poner a leerlo. Hasta ahí, todo bien. Se me ocurrió contarle mi plan, eso de que iba poco a poco, pero que algún día le caería un capítulo en el podcast. A lo que él me dio la peor respuesta que podía darme: que lo mismo le caía antes una edición de su newsletter, Suma Positiva.Hay quien dice que soy competitivo. No lo negaré, pero en este caso lo que me ha movido a dejar casi todo lo que tenía previsto hacer en Navidad y dedicarme a terminar el dichoso libro y escribir este capítulo no ha sido la competitividad. Sino la rabia de la cantidad de veces que Samuel se me ha adelantado por cuestión de días o de semanas con un tema que iba a tratar en el podcast. De hecho, mientras lo estoy escribiendo no tengo garantía de que este capítulo se emita antes de que él mande su newsletter. Pero viviremos peligrosamente.Porque pase lo que pase, el Gödel, Escher, Bach es tan contundente que no creo que una newsletter y un capítulo del podcast sean suficientes para abarcarlo. Y, además, como tantas otras veces, yo he recurrido a mi arma secreta: Super Mario. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#114 Marcos Vázquez: vida sana, cerebro sano
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/114-marcos-vazquez-vida-sana-cerebro-sano/)El de hoy es el último capítulo de kaizen del año. Bueno, al menos el último capítulo público, que es posible que haya alguna sorpresa para los miembros de la Comunidad. Yo me voy a tomar un pequeño descanso para preparar temas para el año que viene - y para disfrutar de la familia en navidades, claro, que también es lo suyo. Pero, eso sí, vamos a terminar el año por todo lo alto, con una de las entrevistas que más personas me habíais pedido. Y es que a través de Fitness Revolucionario, Marcos Vázquez se ha ganado con el tiempo una auténtica legión de seguidores gracias a su brutal labor de divulgación en el ámbito de la vida saludable. Da igual que sea sobre ejercicio físico, alimentación, sueño o sobre la mentalidad necesaria para mantener una disciplina sana; Marcos es una enciclopedia andante que va siempre mucho más allá de los tópicos. Es, como él mismo dice, un estudiante, no un gurú. Y creo que esa filosofía encaja perfectamente en kaizen.Y aunque era inevitable que se nos quedaran temas por tratar - lo cual es bueno, porque así tenemos una excusa para repetir - creo que el resultado de nuestra charla fue bastante completo. Hablamos mucho sobre la salud del cerebro y cómo se relaciona con el ejercicio físico, con nuestra alimentación o con el stress. Hablamos también de la forma en la que Marcos cuida su propia salud hoy en día y de cómo debe variar o no nuestro planteamiento con la edad, de cómo mantener la motivación y hasta intento desmitificarle un poco, hablando de sus debilidades, aunque no tengo claro que lo consiguiera… Por darnos tiempo, nos dio tiempo hasta a demostrar que necesito alimentar mejor mi cerebro o que con la pandemia que yo he perdido la noción del tiempo - o ambas - ya que en un momento dado, como verás hablo de febrero de 2021, cuando quiero decir febrero de 2020. Una prueba más de que me van a venir estas vacaciones.No me enrollo más y como siempre espero que disfrutes y aprendas tanto como yo lo hice con esta conversación con Marcos Vázquez. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#113 Ellos y Nosotros: historia de dos realidades
(NOTAS Y ENLACES COMPLETOS DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/113-ellos-y-nosotros-historia-de-dos-realidades/ )Decía el otro día en twitter - medio en broma, medio en serio - que la mía es la historia de una adolescencia nunca superada. El caso es que en esa adolescencia tuve una etapa en la que me dio por el cine de terror. Me metía en el salón de casa con un bol enorme de palomitas, bajaba las persianas y me tragaba cualquier clásico de miedo que pudiera encontrar. Por delante de mis ojos pasaban asesinos en serie, monstruos venidos de otros planetas, hoteles malditos, vampiros, demonios, muñecos diabólicos y hasta personajes casi de cuento cuyo nombre no debías repetir cinco veces delante del espejo. Candyman, Candyman, Candyman, Candyman, Candy… vamos a dejarlo ahíCreo que de esa época no me quedaron secuelas - o al menos no he encontrado ningún vínculo entre mis taras actuales y aquello - pero lo que sí me quedó fue cierta fascinación por qué es lo que nos lleva al mal. Claro que el cine de terror es seguramente el peor sitio para buscar el origen del mal, porque a pesar de que sea un festival de vísceras, gritos, mordiscos y sustos de todo tipo, suele mostrarnos el mal más básico y el menos común: el mal puro. El de quien mata, posee o corrompe porque es su naturaleza; sin más razón muchas veces que ser el malo del guión.Lo cierto es que, pese a mis reticencias por madurar, supongo que en parte lo he hecho. Porque hacerse mayor es entender que los extremos son poco comunes, eso de que las cosas no son ni blancas, ni negras. Que en este caso significa que el mal puro rara vez existe. Sino que, de hecho, hay múltiples fuerzas que pueden empujarnos a cualquiera de nosotros a atrocidades de las que jamás nos creímos capaces. Las mayores barbaridades que ha cometido el ser humano fueron a manos de gente que creía estar haciendo lo correcto.Hoy vamos a hablar sobre todo de una de esas fuerzas que nos es inherente a todos, que está detrás de mucho de nuestro comportamiento y que llevada al extremo es terriblemente peligrosa: la tendencia que tenemos a dividir el mundo en dos grupos, Ellos y Nosotros. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#112 Finanzas Personales (IV): La psicología del dinero
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/112-finanzas-personales-iv-la-psicologia-del-dinero/)Hace mucho, mucho tiempo que no dedicamos un capítulo a hablar de finanzas personales en kaizen. Tanto que tal vez no hayas escuchado ninguno de los que hice en la primera temporada, cuando le dediqué una pequeña serie al tema - de los capítulos 27 a 29 - que básicamente trató de los principios más elementales sobre cómo gestionar nuestro dinero: desde construir sistemas más o menos automáticos para ahorrar hasta asegurarnos de invertir de la manera más racional posible. Han pasado más de dos años desde entonces y, aunque creo que mucho de lo que te contaba sigue siendo válido, el mundo ha cambiado más de lo que yo podía imaginar cuando grabé aquellos capítulos. En un abrir y cerrar de ojos nos hemos plantado en un escenario post-pandémico -o casi, uno ya no sabe cuándo se supone que acaba esto del COVID-, con los gobiernos occidentales imprimiendo dinero como si no hubiera un mañana, con lo que parece el principio de un periodo de inflación como la que muchos de nosotros no hemos conocido en nuestras vidas adultas y con casi todas las opciones de inversión marcando récords históricos, desde la bolsa a las criptomonedas. Si la mayor parte de lo que acabo de decir te suena a klingon - que es el idioma ese raro que hablan algunos en Star Trek, aclaro, para los que tuvisteis una adolescencia normal - no te preocupes, porque para bien o para mal el capítulo de hoy no va de qué hacer en una situación así. Más que nada, porque no soy un experto y porque, además, es algo que si te interesa, tratamos hace unas semanas en el capítulo piloto de Nada Que Ganar, el nuevo podcast que hemos lanzado Samuel Gil, Cristina Carrascosa, Javier González Recuenco y yo. Sirva este comentario como publicidad poco encubierta y como una forma de animarte a suscribirte. Yo creo que te gustará. En realidad, hoy quiero hablarte de algo sobre lo que seguramente estoy igual de poco cualificado, pero sobre lo que he leído y escuchado algunas cosas interesantes últimamente: la difícil relación que existe entre nuestra psicología y nuestro dinero. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#111 Creatividad (III): La guerra del arte
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/111-creatividad-iii-la-guerra-del-arte/)“Hay un secreto que los auténticos escritores conocen y que los aspirantes a escritores desconocen: escribir no es la parte difícil. Lo difícil es sentarte a escribir. Lo que nos impide sentarnos a escribir es la Resistencia. Todos tenemos dos vidas. La vida que vivimos y la que tenemos por vivir dentro de nosotros. Entre ambas se interpone la Resistencia. La Resistencia es la fuerza más tóxica de nuestro planeta. Es fuente de más infelicidad que la pobreza, la enfermedad y la disfunción eréctil. Pero no estamos solos si nos ha apaleado la Resistencia; millones de buenos hombres y mujeres mordieron el polvo antes que nosotros. Y esta es la mayor guarrada: ni siquiera sabemos qué nos golpeó. Yo nunca lo supe.¿Sabes? Hitler quiso ser un artista. A los 18 tomó toda su herencia, setecientas coronas, y se mudó a Viena para vivir y estudiar. Se inscribió en la Escuela de Bellas Artes y después en la de Arquitectura. ¿Has visto alguno de sus cuadros? No, yo tampoco. La Resistencia le venció. A lo mejor te parece una exageración, pero lo diré de todas maneras: para Hitler fue más fácil empezar la Segunda Guerra Mundial que enfrentarse a un lienzo en blanco”Con éstas y otras frases parecidas e igualmente indescriptibles empieza uno de los libros más peculiares que he leído nunca. Se llama The War of Art, "La guerra del arte". Su autor es Steven Pressfield y es… bueno, una declaración de guerra a todo lo que nos impide conseguir nuestros objetivos creativos. O algo así, supongo. No es fácil de definir, desde luego. Pero a ese enemigo imaginario, aunque muy real, le vamos a dedicar el capítulo de hoy. Que ya te aviso de que va a ser un poco raro, pero espero que te guste. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#110 Josh Waitzkin: Surf, rap y la consciencia de los incompetentes
(NOTAS COMPLETAS DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/110-josh-waitzkin-surf-rap-y-la-consciencia-de-los-incompetentes/)Si kaizen va sobre el aprendizaje continuo, no podía faltar al menos un capítulo dedicado a uno de los mayores aprendedores que yo he encontrado en mi vida. (Sí, la palabra aprendedor existe, he tenido que buscarla). Hoy vamos a profundizar en un personaje del que te he hablado en más de una ocasión. Su nombre es Josh Waitzkin y fue 8 veces campeón de ajedrez de Estados Unidos en diferentes categorías. Su infancia fue motivo de un libro y de una película bastante conocidos: “Buscando a Bobby Fischer”. Hasta que se hartó, con apenas 18 años, y dejó el ajedrez. Después, se convirtió en campeón del mundo en Tai Chi Chuan, la versión de combate del Tai Chi que todos conocemos, y también en cinturón negro de Jiu Jitsu Brasileño, siendo además alumno del nueve veces campeón del mundo Marcelo García. Ahora, a sus 44 años, dedica su tiempo a perfeccionar su última pasión, una versión moderna del surf llamada foiling. Eso, y se gana la vida entrenando a algunos de los mejores ejecutivos del mundo en cosas como el aprendizaje continuo, la arquitectura de su tiempo diario, la gestión de la energía y de la psicología para aumentar el rendimiento y la creatividad; en un programa de formación que te dice que sólo apliques si estás dispuesto a entrenar como lo haría un campeón del mundo. Después de todo esto, tengo la sensación de que cualquier cosa que te cuente sobre él a continuación sólo puede decepcionarte. Unas expectativas tan altas suelen ser garantía de insatisfacción. Pero aún así, nos vamos a arriesgar y vamos a intentar extraer algunas de las lecciones para aprender cualquier cosa como lo hace Josh Waitzkin. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#109 Esther Paniagua: un mundo sin internet
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/sin-categoria/109-esther-paniagua-un-mundo-sin-internet/) Hace la friolera de 103 capítulos, en el número 6 del podcast, Esther Paniagua tuvo la generosidad de ser el primer conejillo de indias de este experimento que hoy se me ha ido de las manos que es kaizen. Esther es una periodista independiente y de prestigio que escribe sobre innovación, ciencia y tecnología en periódicos como El País o El Mundo y en revistas como National Geographic o Muy Interesante. Ha sido editora jefe del MIT Technology Review, ha recibido numerosos premios en su carrera y está considerada una de las mejores periodistas científicas de Europa. Por aquel entonces, nos sentamos a hablar de su carrera, del estado del periodismo y de los retos que tenía por delante, y también, claro, de innovación. Pero la de hoy es una entrevista distinta, porque la dedicamos íntegramente a unos temas apasionantes, sobre los que Esther acaba de publicar un libro: la fragilidad de internet, sus vicios y sus virtudes, la dependencia que hemos desarrollado de ella y, básicamente, cómo intentar que todo esto no se nos vaya de madre. Además fue la primera entrevista que he podido hacer en persona desde que empezó la pandemia y creo que eso se nota. Para bien, en que nos interrumpimos y debatimos más que en otras entrevistas - y creo que eso es bueno - y para mal porque aunque buscamos el rincón más silencioso que pudimos en el lobby del hotel donde Esther se estaba alojando, fue darle al botón de grabar y aquello se convirtió en camarote de los Hermanos Marx; con turistas ruidosos, puertas que crujían y ambulancias y sirenas varias por la calle. Gracias a la magia del software he conseguido eliminar casi todos, pero es posible que oigas algún ruido más de los habituales. Cosas del directo, ya lo siento. Pero bueno, lo importante es el contenido, y espero que disfrutes tanto como yo de esta conversación con Esther Paniagua. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
#108 En busca de la felicidad (IV): lo opuesto a la soledad
(NOTAS Y ENLACES COMPLETOS DEL CAPÍTULO AQUí: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/108-en-busca-de-la-felicidad-iv-lo-opuesto-a-la-soledad/) A lo tonto, el de hoy va a ser el cuarto capítulo de esta serie sobre la felicidad. Y el último, al menos por una temporada. Porque hemos visto mucho y creo que no está de más que nos demos todos cierto tiempo para interiorizarlo. Y es que en esta serie hemos revisado qué es la felicidad y sus dos aspectos fundamentales: eso de sentir emociones positivas, por un lado, y estar satisfechos con nuestra vida por otro. Y el difícil equilibrio que suponen, porque muchas veces lo que nos da de lo uno, nos quita de lo otro. También vimos las infinitas trampas y obstáculos que nos ponemos a nosotros mismos, con nuestras dichosas manías de compararnos constantemente con puntos de referencia absurdos y la capacidad que tenemos de acostumbrarnos a lo bueno hasta que nos sabe a poco. Y cómo todo ello nos lleva a una espiral de perseguir constantemente metas que se alejan sin parar en nuestro trabajo, nuestras relaciones o con nuestro dinero o nuestras posesiones. En el capítulo anterior empezamos a ver algunas maneras de abordar todos estos obstáculos, formas de resetear nuestros puntos de referencia a cosas mucho más sanas, de intentar controlar algunas de esas espirales y de las actitudes que nos ayudan a disfrutar más de la vida y de nuestras experiencias. En el fondo, de lo que hablamos fue de algunas cosas que, con cierto esfuerzo, podemos hacer para extraer más felicidad y más duradera de aquello que queremos. Pero para terminar nos queda fijarnos en otro aspecto que es también esencial para nuestra felicidad: las cosas que no sabemos que queremos, pero que deberíamos querer. ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/
[BONUS] Esto es un experimento: Dacias, salirse del sistema y la sombra de la inflación
De esto que un día nos juntamos unos amigos a comer... y acabamos montando lo que quizás sea un nuevo podcast. Y éste es el episodio piloto. Una hora de charla entre cuatro inconscientes (Cristina Carrascosa, Samuel Gil, Javier G. Recuenco y servidor) en algo que, por no tener, no tiene ni nombre. ¿Nos ayudas a ponérselo? Imagen del capítulo: Photo by Alex Kondratiev on Unsplash ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/comunidad-kaizen/